VÍBORAS
Al sur de Europa, la Península Ibérica, hogar de un gran numero de especies de serpientes, animales de sangre fría por lo que buscan el calor de latitudes bajas como España y Portugal, animales a los que de una manera irracional hemos desplazado para construir nuestros hogares.
Lejos de protegerlas y admirarlas nos hemos encerrado en los pensamientos de aquellos que desde siempre nos han dicho que son malas y peligrosas, contagiándose de generación en generación, algo que resulta que al salir de España se nos olvida. Marruecos, un país en desarrollo, con una biodiversidad herpetológica increíble y donde estos animales se han convertido en un verdadero negocio, pues al llegar allí los turistas no dudamos en llevarnos a casa un recuerdo colgándonos una serpiente del cuello, maltratada y al límite de la muerte. Y mi pregunta entonces es ¿Por qué no las protegemos en nuestra casa cuando los tenemos ahí al lado y en cambio luego contribuimos a negocios tan tristes como estos?