Al sur de Dublín, siguiendo la costa entre carreteras serpenteantes y pueblos con techos de pizarra, llegamos a nuestro destino. Al fondo en el mar Irlandés con altos acantilados recubiertos por un manto verde de vegetación, se descubren dos islas de aproximadamente dos kilómetros de longitud. Hacia los meses de verano las aves parecen tener marcado en su GPS estos dos islotes y es que en su cara Oeste reina la calma, donde la baja vegetación prácticamente llega al nivel del mar, sin embargo en su lado Este sobre los acantilados, cientos de miles de aves tratan de sacar adelante a sus crías. La gran mayoría son álcidos, aves marinas que durante la mayor parte del año recorren los océanos siguiendo los bancos de peces, las aves que mas nos pueden recordar a los pingüinos, solo que estos si que pueden volar, incluso bucear con gran agilidad.

Alcas, Araos, Frailecillos, Alcatraces, son algunas de las aves mas características de las islas, aunque un gran numero de especies adornan estos paraísos naturales.

​

Acompañanos de la mano de Iest Viajes a este paraiso de las aves marinas, toda la información en la sección de viajes.